domingo, 1 de junio de 2008

Espero que esto siga creciendo...


Realmente no sé como empezar esto, ni como describirlo que escribiré a continuación. Esto empezó antes de que yo tuviera noción de mi vida. He conocido muchas personas, quizás nunca las suficientes, para mis 23 vividos años, siempre me he preguntado por que no se consideran en nuestra edad los 9 meses de vida intrauterina. Con veintitrés años no se supone que estés cansada pero hay días en los que amanece y no logro descifrar el por que de mi cansancio.
Todos creemos en algo, y al final no creemos en nada.
Es que es todo tan ilógico, es que nada necesita de lógica. Me muero entre líneas y nadie más que yo veo esto. No quiero dejar a nadie adolorido, o culposo de mi estado catatonico de vida, no Quiero que otros reciban responsabilidades que me corresponden a mi, me es absurdo a veces el escuchar, me es casi innecesario interactuar con mi entorno.
No quiero levantarme un día y decidir terminar con todo, es que a veces siento que no poseemos tal poder sobre la vida propia, tal vez es un absurdo, no digo que poseemos poder para quitar la vida de otros, pero para el “Hombre”, genéricamente hablando, se nos permite la administración, casi albedriamente, de ese poder; “MATARNOS”.
No somos nada, y nada de lo que concurre a los sentimientos tiene el deber de ser realmente sentido por la persona, puede que su realidad sea efímera, tan efímera como el segundo que acaba de finalizar, tan efímera como la vida universal, o debiese decir infinita. No lo sé, no lo quiero saber.
Me declaro libre para decidir por mi el día a día, y a veces se me hace imperante escapar, romper la rutina, es que es un ahogo que siento en el pecho, pero siempre vuelvo a mi familia, a nuestro departamento, a nuestro hogar.
Cuando camino sin pensar mucho en los deberes que poseo para sobrevivir al día, tiendo a sonreír, y escucho en mis oídos música, adorada y volátil música. Realmente un tema, una canción puede alegrar un momento fatal. (Aquí iría un icono xD si estuviéramos en Messenger)
Les contare muchas cosas de mi y de mi vida a medida que pase el tiempo, unos que otros secretos, reales e irreales, sentidos por mi de la manera mas tangible y sensible (cosa redundante) de mi ser (para ser mas redundante aun).
Primer Secreto: Cuando tenia como 14 años le escribí cartas a un hijo imaginario, su nombre Lucas, la personita imaginaria que mas he amado. (Con 23 años aun no tengo un hijo, no es que no lo haya deseado, es que tengo que hacer otras cosas antes, él entenderá) (Tal vez hablemos de Lucas con más profundidad en las próximas páginas)
Segundo Secreto: Desde hace ya algún tiempo que tengo un cuadernito, en el que le escribo muy a menudo a Mi Primer Gran Hombre; lo digo como pareja, compañero, cómplice y complemento, le diremos Jehudiel. Pues él siempre fue y será un Arcángel Protector. Él ya no esta conmigo, y por que lo extraño y no lo quiero olvidar le escribo, realmente siento que no le puedo hablar. No sé me siento muy especial al respecto, espero hablarles de él dentro de muy poco, y tal vez digan que estoy aun enamorada de él, puesto que fue mi primer hombre (entiéndase por tal; el primer hombre con el que tuve una relación coito-sexual-amistosa); además de ser él la persona que mas he llegado a conocer y amar y querer (no creo que se permitan tantos “y” ortográficamente hablando).
Si ya están aburridos leyendo mis líneas, no desistan, no hay peor persona que la que desiste de un libro, por sus letras, y no por su trama, en esta trama se me ira la vida, y es irónico puesto que debiese estar escribiendo mi Proyecto de Tesis, cosa complicada de hacer, ya que estoy desmotivada académicamente. Prosigo; siempre sabemos que algo hermoso puede comenzar con un beso, pero nunca sabemos con un beso si se termino, y si ha terminado bien o mal, quisiera que los besos de termino fueran oficiales, legalizados y obligatorio en todo buen termino de una relación. Todos somos capaces de dar mas solo que no estamos dispuestos a compartir, de eso se trata dar mar compartir lo que nos es propio, lo que nos pertenece, en cuerpo, alma y materialismo, a veces yo doy pero siempre he sentido que doy muy poco, pero a quienes doy han de hacerme sentir como si diese mucho a su favor, me siento tan vacía y tan llena, es ilógico, pero como sabemos que las cuestiones lógicas e ilógicas, comunes y normales, no debiesen tener parámetros no hondeare mas en eso.
La vida se nos entrega de manera muy arbitraria, dejando el libre albedrío de darnos o no darnos la vida, yo siendo hija de mi madre lo sé, y siendo parte de una sociedad coludida para autodestruirse, concibo en mi ser que somos muy capaces en despreocuparnos.

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